domingo, 8 de mayo de 2011

Reto 2 - El relato

Titulo: Todo final tiene un comienzo.



Joel no sentía nada. Todo se había desvanecido. No quedaba ni un alma por aquellos lugares, ni ruido, ni vida, ni color, ni nada que le hiciera sospechar que el mundo volvía a ser como antes.
Había tanta miseria alrededor que le sorprendía no haber muerto de tristeza al contemplar lo que quedaba de su mundo. Sin embargo estaba tranquilo, los estruendos habían callado y ya hacia días que no escuchaba ningún ruido que le hiciera sospechar que estaba en peligro. Aunque en verdad lo estaba, la soledad quizás es mas perjudicial que si te apuntaran con una pistola.
Con su carácter simpático y cariñoso había adoptado a un gatito que estaba en su edificio como animal de compañía. Este le traía de vez en cuando algo de comida que encontrara en algún lugar de alrededor, sabia que ambos tenían que cuidarse entre ellos porque no parecía que nadie fueran a ir a buscarlos.
No era muy consciente de todo lo que había pasado, ya que llevaba tantos días escondido en aquel sitio frío y solo, y no sabia si realmente quería saber que ocurrió o prefería quedarse allí donde empezaba a sentirse a salvo. De vez en cuando se asomaba a la ventana con la esperanza de ver a alguien pasar, quien fuera. Alguien que le diera una ilusión, porque aun con su corta edad sabia que no podria sobrevivir él solo eternamente. Llevaba días sin dormir, cada vez que lo intentaba su mente se llenaba de imágenes ya vividas; tanques arrasando todo a su paso, hombres con metralletas disparando a diestro y siniestro, sus padres abatidos en el suelo mirándolo y su hermana mayor gritándole que huyera, que se escondiera. Y el corriendo, agilmente y aterrado ante tales imágenes en sus retinas, corrió hasta que su delicado cuerpo de 12 años no podía mas. No sabe hacia donde fue ni donde estaba en aquel instante pero después de varios días casi podía llamar a aquel lugar su casa. Un edificio en ruinas y destrozado solo para el y para su gato, su nuevo amigo, y el único. Se despertaba con sudores fríos y con lagrimas en los ojos al recordar todo aquello. Era lo suficientemente mayor para entender mas o menos lo que había pasado, alguna guerra ataco la ciudad y la destrozo a su paso. Pero pensaba que en aquellos tiempos en el siglo XXI aquello era impensable, solo lo había visto en los videojuegos y aquello no se asemejaba a ningún juego que el tuviera.
Sabia que tenia que salir, que tenia que reunir el valor suficiente para inspeccionar los alrededores, la poca comida que tenia se estaba agotando y no podría quedarse mucho mas alli sin comida ni bebida que llevarse a la boca. Así que improviso una mochila y le hablo a su pequeño compañero.

- Tenemos que ir en busca de comida y de alguien, no puedo ser el único que vive por estos lugares - Dijo, tratando de convencerse a si mismo.

El minino le respondió con un maullido apenas audible como dando su confirmación. Y se pusieron en marcha.
No se sabe cuanto tiempo estuvo andando, creía que podría volver de nuevo aquel callejón, y a aquel edificio en ruinas pero conforme mas andaba mas seguro estaba de que no podría volver a encontrar el camino de vuelta. Pero cayo en la cuenta, de que daba lo mismo, nadie le estaría esperando allí. Después de mucho andar pudo conseguir comida de lugares que ni el mismo esperaba, todo estaba esparcido por las calles como si hubieran saqueado. Notaba que había gente escondida en casas y edificios ajenos, podía oir gritos y llantos pero bastante lejanos y no sabia si debía acercarse a ellos, no sabia lo que tenia que hacer. Miraba a su gatito como si el pudiera contestarle a esa pregunta pero sabia que no seria capaz. Se dedico a recoger todo cuanto podía cargar y a intentar encontrar el camino de vuelta. No sabe cuanto tiempo pudo seguir andando pero se dio cuenta de que las calles le sonaban mas, si, parecía haber encontrado el camino a su hogar. A lo lejos vio el callejón, su callejón, se sentía a salvo solo con estar cerca. Nada mas entrar en el noto algo diferente, una presencia. Haciendo acopio de sus fuerzas hecho a correr hacia el edificio del fondo donde había estado todo este tiempo, con su minino pegado a los talones como si se tratara de un guardaespaldas.

Entro en la estancia y oyó como algo se movía dentro. - Quien anda ahí? - Grito con la voz temblorosa.

De las sombras surgió una niña que no tendría muchas mas edad que el, con el pelo por los hombros, de un color ceniza que sino fuera por el polvo y el hollín seria mas rubio. Tenia la cara empapada de lagrimas que borraban los restos de suciedad que adornaban su rostro. Se quedo inmóvil, de pie, con su vestido rasgado y descalza mirando a Joel y a su gatito. Este ultimo se acerco a ella y le acaricio las piernas con su cuerpecito suave. La niña miro a Joel y este se acerco a ella y le ofreció un trozo de pan que había encontrado hace ya unas horas, duro como una piedra pero comestible. La niña le sonrió y se acerco para abrazarlo. Se quedaron muchos minutos así, solos, en un mundo donde todo había acabado pero que al menos se habían encontrado. Joel ya sabia lo que pasaba, sabia que ella estaba allí para ayudarle a el a sobrevivir y el a ella. No sabia como se las ingeniarían para subsistir los años que quedasen para que todo se arreglara ni sabia como debía hacer, pero al menos esa soledad que hace días había convivido con el, ya no estaba. Se aferro a aquella niña rubia llorando y dejando que sus lagrimas hablaran por el. Daba igual que no dijeran nada, seguramente tendrían toda una vida para hablar y usar las palabras, pero no había mayor consuelo que sentir aquel cuerpo cálido cerca suya, sin conocerla ya sabia que seria parte de el eternamente y se sentía, por primera vez en mucho tiempo, feliz.


2 comentarios:

  1. Tengo que reconocer que la foto que te he pasado esta semana era complicada, transmitia poco y lo que transmitia quizas ya estaba escrito. Aun asi, has conseguido crear un relato que desde el primer momento engancha y hace querer que siga e incluso pararte a imaginar como sigue la vida de Joel, su gato y su nueva amiga.

    Enhorabuena

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  2. Me ha gustado mucho chiquilla, porque el final es bonito y tiene una luz de esperanza para los protagonistas, genial ^^.

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