miércoles, 25 de mayo de 2011

Reto 3 - El relato.


Titulo : Al otro lado


- Siempre me haces igual, tienes una manía de aparecer sin avisar!
Se oyen risitas alrededor.
- No te rías! No tiene gracia, me das sustos!
Se oyen mas risas debajo de la cama.
Amy esta encima de la cama, abrazada a su osito de peluche , con una expresión risueña el oso esta feliz de estar entre sus bracitos. Amy se ríe y se sienta en la cama, apaga la luz y espera a que una sombra se pose cerca de ella.
- Ya era hora! Hoy creía que no venias- dice Amy con voz burlona.
La sombra empieza a cobrar algo de forma y se puede ver como un pequeño animal peludo aparece entre la oscuridad. Sonríe a Amy y la mira, con sus ojos brillantes. La niña se abalanza sobre el pequeño monstruo y lo abraza, cerrando los ojos. De repente todo cambia, ya no esta en su cuarto, ya no están sus peluches alrededor, aunque su osito de peluche sigue con ella porque no lo ha soltado. Esta en un jardín enorme, lleno de pequeñas flores de mil colores y un césped tan brillante que hace que el sol aun brille con mas fuerza. Amy ya conoce ese lugar, cada día que Zooey (el pequeño monstruo) la visita, la suele llevar allí. Amy sabe que es un sueño por eso no se asusta, aun para su corta edad, 5 añitos, es bastante consciente de que aquello no es real. Pero disfruta como nunca. Esta deseando que llegue la noche para quedarse durmiendo y poder viajar con Zooey a ese pequeño rincón de los sueños donde todo es tan colorido que le da mas vida cuando se despierta. Alli hay mas gente, gente que Amy cree que están tambien soñando, niños con los que juega, rie y habla de mil cosas.
- Me encanta este lugar Zooey - Dice la niña saltando por la hierba agitando sus pequeños rizos rubios.
Como cada noche ambos corren, hablan, juegan y ven mil paisajes diferentes. Amy no quiere despertar porque cuando despierta no hay nada. Se pasa el día entero esperando en su cuarto a que Zooey vuelva a por ella, a poder dormirse.
Amy se va hacia un estanque y se moja los pies, la sensación es increíble, un hormigueo por todas las piernas que hace que tenga pequeños escalofríos. Joel aparece al lado de ella y la abraza. No hay una imagen mas tierna en el mundo que ver a dos niños jugando con el agua. Ambos empapados hasta arriba.
Zooey observa la imagen de Amy, tan feliz y tan mágica. Esa niña es especial, piensa. Por desgracia le esta prohibido hablar con cualquiera de los niños que hay allí, pero si pudiera... tenia tanto que decir! Se había quedado prendado de Amy desde el momento en que la vio y sabia que tenia un futuro prometedor, aunque cuando la conoció, con tan solo tres añitos, aun no era su momento y no estaba preparada para el mundo. Por eso Zooey la protegía, y cada noche sin excepcion estaba con ella, porque no tenia a nadie mas, aun no.
Zooey esbozaba una sonrisa cada vez que Amy se giraba a verle y la saludaba con la mano alentándola para que siguiera jugando. Recordaba la primera vez que la vio, tenia una expresion aterrada en su rostro. Agarraba a su osito de peluche con tanta fuerza que Zooey tuvo miedo de que pudiera partirlo en dos, pobre osito debía de estar asfixiándose. Le fue muy complicado explicarle sin decir nada que no había nada que temer, que el estaba ahi para protegerla y para enseñarle algo mas mientras esperaba.
Es dificil cuando son tan pequeños, pensaba Zooey, con tan solo tres añitos prácticamente no sabia hablar, sus frases eran incoherentes y el miedo estaba adueñándose constantemente de ella. Zooey la observaba por el día, en su cuarto jugando con su osito de peluche a la espera de que se hiciera de noche y quedara dormidita en su cama. Sabia que era duro, pero también sabia que en aquellas circunstancias el día era mas corto.
Amy seguía corriendo de aquí para alla olvidándose de sus días de sol tan solitarios, a veces le daba por pensar que quizás deberia salir del cuarto, pero nunca se atrevía y nadie venia a por ella. Solo Zooey, que seguía ahi de pie mirándola. Hoy lo notaba algo nervioso, quizás le había ocurrido alguna desgracia y no quería preocuparla. Decidió acercarse a el y cogerle una de sus manos peludas, que a comparación con la suya eran enormes.
- Que ocurre Zooey? - Dijo la niña estudiando el rostro de su compañero peludo.
Zooey agito la cabeza a modo despreocupado y la abrazo. Sabia que la echaría de menos, y sabia que había llegado la hora de dejarla enfrentarse al mundo. Ya había recibido la señal de que tenia que regresar pero se le hacia muy duro despedirse de ella sin decirle nada. Pero eran las reglas. Las reglas en su mundo, un mundo que en estos momentos odiaba pero que tenia que amar por hacer feliz a tantos niños que lo necesitaban, que estaban perdidos en sus propios sueños sin poder salir. Zooey hacia su trabajo con todo el amor del mundo. Así que agarro a Amy y la poso encima de el. La miro y noto como una lagrima caía por su rostro empapandole el pelo de la cara. Amy lo miraba, sabia que pasaba algo, ella misma se había notado algo extraña, quizás algún constipado, a veces pasaba, y estornudaba de vez en cuando o eso creía ella, aunque aquella vez no había estornudos y estaba un poco desconcertada, pero sabia que pasaba algo, quizás ambos habían caído enfermos y por no contagiarse mas tenían que separarse unos días. La apenaba pero pensaba que no seria para tanto. Sin embargo algo en el rostro de Zooey le hizo temer que era algo peor. Quizás... alguna enfermedad mas grave. Empezaba a asustarse, pero Zooey le puso una mano en su pelo para acariciarselo y que notara que el estaba tranquilo.
- Que pasa Zooey? - Dijo Amy apunto de llorar quedadamente.
Zooey junto su frente con la de Amy y le beso en la puntita de su nariz. A Amy le hizo cosquillas y sonrió y de repente todo a su alrededor cambio. Zooey seguía abrazado a ella pero ya no estaban en aquel jardín, no sabia donde estaban pero estaba completamente aterrada, miraba a su alrededor esperando comprender que eran aquellas formas que se iban concentrando cerca de ella y de repente oyo a Zooey.
- Pequeña, es una despedida, pero como tal no es un adiós sin mas, recuerda donde estuviste y quien fuiste durante todo este tiempo, recuerdame como yo me acordare de ti. Pero siempre mantén esa sonrisa porque yo seguiré cerca tuya aunque tu no me veas, se feliz pequeña, lucha por ello.
Amy estaba desconcertada, no sabia a que venían todas aquellas palabras y apenas las comprendía. Pero vio que Zooey desaparecía de entre sus brazos, y aparecían dos formas extrañas. Dos sombras que fueron formándose hasta parecer dos personas, dos personas que la miraban fijamente muy cerca de ella. Y después de parpadear lo que parecieron mil veces, las reconoció. Eran papa y mama! Aquellas dos personas, las conocía, estaban un poco mas viejas de lo que su mente era capaz de recordar. Y entonces se dio cuenta de que aquello ya no era su cuarto y que todo lo que había pasado no era real. Zooey no era real!!! Aquello era demasiado de lo que podía soportar. No quería creer que no era real nada de lo vivido, no quería saberlo. Sus padres lloraban, pero ella solo podía pensar en Zooey, aquel monstruo había sido como sus padres durante todo este tiempo. Lo necesitaba.
Su madre la cogió en brazos arrancandole todo tipo de aparatos a los que se conectaba su cuerpo y lloro con ella en brazos, mientras Amy aun desconcertada y llorosa se abrazaba a ella desconsolada. Su padre se acerco y le dio a Amy algo que ella reconoció enseguida.
- Toma pequeña, te ha estado esperando durante dos años - Le dijo su padre mientras le daba su osito de peluche. Ella lo abrazo, era lo mas cercano que tenia de Zooey, porque el también había estado en ese mundo. Se aferro a el, y al poco se dio cuenta de que el osito tenia un lazo alrededor del cuello, que antes no tenia. Lo desato y vio que en la cinta estaban escritas la única frase que había oído decir a Zooey.

1 comentario:

  1. Sorprendente, segun iba avanzando la historia y llegando al final se me iba viniendo a la cabeza varios finales (alguno de ellos muy sanguinolientos, quizas S.K ha influido demasiado en mi imaginacion). Para nada se me habia ocurrido el final que tu le habias dado.

    Muy bueno, digno rival y creo que igual de merecedor del "premio" semanal.

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